sábado, 24 de mayo de 2014

A un día de verano compararte

¿A un día de verano compararte?
Más hermosura y suavidad posees.
Tiembla el brote de mayo bajo el viento
y el estío no dura casi nada.

A veces demasiado brilla el ojo solar
y otras su tez de oro se apaga;
toda belleza alguna vez declina,
ajada por la suerte o por el tiempo.

Pero eterno será el verano tuyo.
No perderás la gracia, ni la Muerte
se jactará de ensombrecer tus pasos

cuando crezcas en versos inmortales.
Vivirás mientras alguien vea y sienta
y esto pueda vivir y te dé vida.


martes, 13 de mayo de 2014

Me gusta cuando callas











Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma

emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.

Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio

claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.

Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

viernes, 9 de mayo de 2014

Anoche Cuando dormía

    Anoche cuando dormía
    Soñé, ¡bendita ilusión!,
    Que una fontana fluía
    Dentro de mi corazón.

    Di, ¿por qué acequia escondida,
    Agua, vienes hasta mí,
    Manantial de nueva vida
    De donde nunca bebí?

    Anoche cuando dormía
    Soñé, ¡bendita ilusión!,
    Que una colmena tenía
    Dentro de mi corazón;

    Y las doradas abejas
    Iban fabricando en él,
    Con las amarguras viejas
    Blanca cera y dulce miel.

    Anoche cuando dormía
    Soñé, ¡bendita ilusión!,
    Que un ardiente sol lucía
    Dentro de mi corazón.

    Era ardiente porque daba
    Calores de rojo hogar,
    Y era sol porque alumbraba
    Y porque hacía llorar.

    Anoche cuando dormía
    Soñé, ¡bendita ilusión!,
    Que era Dios lo que tenía
    Dentro de mi corazón.

Es verdad

¡Ay, qué trabajo me cuesta quererte como te quiero!
Por tu amor me duele el aire, el corazón y el sombrero.
¿Quién me compraría a mí este cintillo que tengo y esta tristeza de hilo blanco para hacer pañuelos?
¡Ay, qué trabajo me cuesta quererte como te quiero!